lunes, 2 de septiembre de 2013

MADUREZ

"¿Hay posibilidades de no sufrir? ¿De ser completamente dichoso en esta vida?-preguntó el díscipulo mientras su mirada denotaba una gran tristeza. Una pesadez que parecía aplastar su frágil corazón. El Maestro, pleno de bondad y gracia, guardó silencio. Un silencio donde se podía nadar como en las aguas de un vasto océano. Un silencio donde el viento parecía susurrar dulces palabras a los oídos preparados para recibir las enseñanzas. -Ve al sur, más allá de la cascada y encuentra al Buda que hay en ti-dijo él. Hallarás en la cima de la más alta montaña al Buda; él te estará esperando allí-agregó...Como guiado por un destino que le era vedado, el discípulo comenzó a trepar la montaña mientras la noche llegaba a su fin. En su soledad descubrió una fortaleza interior desconocida para él, era algo más profundo, era una vida que latía dentro de su ser y que parecía decirle: No temas, todo está bien, nada te faltará, sigue, sigue adelante..." (Del cuento MADUREZ, del libro El Deshollinador de Almas)

domingo, 1 de septiembre de 2013

EL ESPIRITU DEL JAGUAR

"...I-Yac avanzó lentamente, sintiendo cada paso, cada ruido, cada presencia. Sus sentidos se alertaron al máximo y su mano se aferró a su puñal sabiendo que el hechicero le había asegurado que mil guerreros lo habían utilizado antes que él y que junto a éste nada debía temer. Pero I-Yac temía. Se sentó a llorar en medio de la tierra donde sus antepasados estaban sepultados. De pronto, una presencia en la selva lo alertó del peligro. Algo caminaba allí, lo rodeaba y acechaba. No hubo tiempo para pensamientos, cuando la vio, inmersa en la más profunda oscuridad, la Pantera Onca ya estaba frente a él...En la negrura de la selva pudo ver sus ojos relucientes mirándolo. ¿Qué hacer?¿A dónde ir?¿Cómo escapar de ella a quien todos veneraban en la aldea? Se arrastró hacia atrás por entre las tumbas y pudo ver como ella avanzaba cada vez más rápidamente hacia él con pasos atentos y certeros..."

EL NIÑO Y EL MAGO

"...Pero un día, un extraño día en que el cielo se había puesto muy gris y las lluvias habían comenzado a caer sobre toda la región, apareció aquel misterioso ser. Lo llamaban el Mago. A su paso las plantas florecían fuera de estación y las mariposas sólo querían danzar a su alrededor. Se acercó al hombre, que ya era un niño olvidado, y simplemente lo miró. Él había venido desde tierras muy lejanas a buscarlo, a devolverle lo que había creído perdido. A recordarle que en algún lugar de su corazón aún existía algún vestigio de inocencia que ansiaba bailar, celebrar, festejar y crear más y más magia. El hombre no miró atrás, tan solo siguió al mago y compartió con él las tardes y las noches y, poco a poco, sus ojos oscurecidos por el mundo comenzaron a recobrar la luz que siempre había estado allí..." (Del libro El Deshollinador de Almas)

FERGUS Y EL SANTO GRIAL

Fergus, el Caballero de la Orden del Temple, cabalgó lentamente echado sobre las negras crines de su caballo. Muy enfermo, muy cansado de tanto andar en la vida sin encontrarle un sentido. Luego, como una bruma que se descubría ante sus ojos, los recuerdos. Camelot, un tiempo de dignos caballeros, una época dorada donde Fergus había sentido la amistad, la cofradía de compartir con camaradas sus más elevados valores morales. Días en Britania donde junto a Arturo podían sentir que eran uno, que nadie estaba por encima de los demás en aquella mesa redonda...Pensó que tal vez ahora descubriría si realmente toda su búsqueda había tenido algún sentido. Si perder a su familia y batallar durante tantos años se justificaría al encontrar la recompensa máxima que todo hombre podría desear obtener: el Santo Grial. Aquel que había estado en las manos del Maestro místico que trajo el amor, la compasión y el perdón. Aquel que había participado de la Última Cena, el mismo que compartió la bondad de Jesús y la traición de Judas el Iscariote... (Extracto del cuento Fergus, del libro El Deshollinador de Almas)